Faltan unos meses para que se saque la alfombra roja y los
flashes inunden el Dolby Theatre, antes conocido como
Kodak Theatre,en la que será la 85a
ceremonia de la gala de los Oscar. Aun queda mucho tiempo y muchas películas por
estrenarse parasaber a ciencia cierta
quién será la gran favorita de esta edición de los Oscar, pero tras su paso por
los festivales más prestigiosos de Europa hay un nombre que destaca sobre el
resto: Argo.
Argo es, tras Adiós
pequeña, adiós y The Town (Ciudad de
ladrones), la tercera vez que Ben Affleck se pone tras la cámara y en ella
nos cuenta la historia de los sucesos que acontecieron en 1979 cuando la
embajada de los Estados Unidos en Teherán fue ocupada por un grupo de iraníes,
tras esto la CIA y el gobierno canadiense organizaron una operación para
rescatar a seis diplomáticos estadounidenses. Con este fin se recurrió a un
experto en el arte del disfraz y se preparó el escenario para el rodaje de una
película ("Argo"), en la que participaba un equipo de cazatalentos de
Hollywood.
Creo
que no hay nada que defina mejor La isla de los olvidados como el
eslogan que puede leerse más arriba. Ese eslogan, lema nacional de Suiza
(aunque la mayoría lo conozcamos por Los Tres Mosqueteros), es una llamada a la
unidad, a unir fuerzas contra algo que uno solo no puede conseguir.
Precisamente es esta unidad la que tendrán que aprender un grupo de chicos,
entre los 11 y los 18 años, que en la isla de Bastøy, en el fiordo de Oslo,
viven bajo el despótico poder de un superintendente y sus guardias en una
especie de reformatorio. En lugar de recibir una educación, son explotados como
mano de obra barata. A la isla llega el joven Erling que es trasladado a
la isla para lo que el director del reformatorio llama "reeducación"
y desde su llegada hay algo que se convertirá en su obsesión: huir.
La estructura de la película, así como su argumento,
recuerda en muchas cosas a las películas de cárceles como Fuga de Alcatraz,Cadena Perpetua o El expreso de medianoche (manteniendo las
distancias, claro está). La obsesión por huir de un sitio donde el maltrato
tanto físico como psicológico están a la orden del día llevará a nuestro
protagonista a enfrentarse a la peor cara del ser humano. Liderados por un duro
director, interpretado notablemente por Stellan Skarsgård, los funcionarios de
este reformatorio no dudan en poner en práctica cualquier tipo de castigo para
la represión de los jóvenes.
Suele
ser en las situaciones más duras cuando salen a relucir las virtudes del ser
humano, a pesar de las numerosas calamidades a las que está sometido tanto
nuestro protagonista como sus compañeros esto no consigue hacer otra cosa más
que fortalecerlos y fortalecer una unión que de entrada era inexistente.
A
medida que la cinta avanza nuestros protagonistas van conociéndose mejor y van
dándose cuenta de que, pese a lo distintos que puedan ser, tiene razones de
sobra para unirse. Quizás la falta de caras conocidas, a excepción de Stellan Skarsgård,
consigue transmitir mucho más ese drama y esa dureza a la que están sometidos.
La atmósfera de La isla de los olvidados, fría y solitaria, propia de la
mayoría del cine que se realiza en los países nórdicos dota a los personajes de
un armazón con el que ocultan sus sentimientos y emociones. Será este armazón
el que poco a poco vaya desapareciendo llegando así a forjar entre ellos una
amistad que se verá fortalecida en su maravilloso clímax final. Es en esa última media hora de metraje en la que no solo vemos la preocupacion de los
personajes por escapar, sino que también vemos en ellos el miedo a convertirse
en eso que más odian. Acompañada toda ella por una música preciosa, La isla
de los olvidados demuestra, una vez más, que una película puede ser
desgarradora y preciosa a la vez y que para cambiar algo se necesita que cada
uno aporte su grano de arena.
La isla de los
olvidados se estrena el 19 de Octubre.
A veces, últimamente más a menudo, la naturaleza nos muestra
esa cara que menos conocemos pero que cada año, de una forma u otra, abre los
telediarios y copa las portadas de los periódicos. En el año 2004 lo que abrió
los telediarios fue precisamente una de estas caras: un tsunami arrasaba la
costa de Tailandia dejando la estremecedora cifra de 5.395
fallecidos.
Juan Antonio Bayona recrea este suceso
a través de la historia real de una familia española, aunque se cambian algunos
nombres y los apellidos, que lo vivió en primera persona.Naomi Watts y Ewan McGregor se ponen en la
piel del matrimonio en esta producción española rodada en inglés y que se ha
convertido en el mejor estreno de la historia de España con 8,6
millones el primer fin de semana.
Todos conocemos y sabemos desde hace
años la afición de los cineastas por contar catástrofes ya sean naturales o de
carácter apocalíptico. Aunque son un tipo de películas que en los últimos años
han estado más presentes desde siempre el cine ha tenido esa afición por mostrar
la destrucción de la tierra y de la vida humana, véase ¡Viven!,Titanic , Deep Impact, La tormenta perfecta o 2012.Pero son pocas las cintas de este tipo en las
que se deja en un segundo plano la espectacularidad de la catástrofe para dar
prioridad a aquellos que la sufren y padecen.
Juan Antonio Bayona
no se olvida de la parte catastrófica y más impactante del desastre y ofrece,
en sus primeros 20 minutos, una máster
class de dirección en la que se muestra
la cara más dura y terrible de la naturaleza así como el paisaje desolador que
deja a su paso. La diferencia de esta
cinta con el resto o al menos con la mayoría, de las películas de este tipo, es
el tratamiento que el director da a la historia destacando en ella el aspecto
humano que unido con la maravillosa música deFernando Velázquez y las interpretaciones de sus protagonistas, y aquí
quiero destacar a Tom Holland en el papel del hijo mayor del matrimonio,
confeccionan una preciosa cinta sobre la lucha por sobrevivir.
Sin caer en el morbo excesivo y mostrando lo justo y
necesario de violencia, Bayona nos muestra la lucha de una de las tantas
familias que ese día vieron como sus vidas pasaban por delante de sus ojos
arrastradas por una ola de proporciones apocalípticas .
Sin duda Lo Imposible es
una de las mejores cintas a nivel emocional e interpretativo sobre catástrofes
naturales. McGregor y Naomi Watts están magníficos pero quienes llamaron mi
atención fueron esos tres jóvenes actores queinterpretaban a los hijos del matrimonio y fueron ellos quienes con sus actuaciones sentidas y tiernas consiguieron emocionarme y hacer que
recupere la fe en el ser humano. Para el recuerdo quedará esa escena en la que
Tom Holland, al más puro estilo Cadena de favores,
ayuda a otros afectados por la catástrofe a buscar a sus seres
queridos o esa otra en la que uno de los hijos menores del matrimonio conversa
con Geraldine Chaplin.
Quizás lo que se eche de menos en Lo Imposible es ver la otra cara del desastre, la de los habitantes
de esa zona de Tailandia que en el filme no se muestra. Quizás fuese eso unido a unas altas expectativas, promovidas por la gran campaña de marketing de
Mediaset, lo que hizo que no saliese del cine demasiado emocionado.No salí demasiado emocionado pero puedo decir
que, una vez más, este año salí de la sala orgulloso de nuestro cine.
Sin
duda es la película del momento en nuestro país, la que llena las revistas,
periódicos y medios digitales relacionados con el mundo del séptimo arte. Pablo
Berger ha conseguido muchas cosas con su última película, para muchos quizás la
más importante sea su selección para luchar por el Oscar a Mejor película de
habla no inglesa. Pero para mí ha conseguido algo mucho más importante:
reivindicar el cine español.
Blancanieves es una versión libre del
cuento de los hermanos Grimm ambientada en la España de los años 20. En ella
Carmen, hija de un torero y una cantaora de flamenco que fallece al dar a luz,
sufre una terrible infancia atormentada por su madrastra Encarna.
Pablo
Bergernos ofrece una vuelta de
tuerca al cuento convencional al que estábamos acostumbrados y no solo eso,
sino que también ofrece un estilo que hasta el estreno el año pasado de The Artist no estábamos acostumbrados a
ver en el cine actual. Y es que rodar una película muda en blanco y negro en
pleno siglo XXI es un acto valiente que merece todo el respeto por parte de la
gente que amamos este arte. La
película de Berger ha coincidido también en un año en el que abundaban las
adaptaciones sobre el cuento de los hermanos Grimm. Blancanieves y la leyenda del cazador o Blancanieves (Mirror, Mirror) también son versiones libres del
cuento pero con un objetivo comercial, y un presupuesto mucho mayor que en la
cinta española.Pero sería injusto
comparar la película de Berger con las nombradas anteriormente y, sobre todo,
compararla con la cinta de Michel Hazanavicius ya que ambas de una
forma u otra son únicas eincomparables.
Berger
realiza un ejercicio de estilo que se convierte en una oda al flamenco, a la
cultura y sobre todo al pueblo español de los años 20. Todo está planificado de
una manera milimétrica para que nada quede al azar guiando al espectador
por una experiencia no solo visual sino también musical y cultural. La música,
el baile flamenco, las ropas típicas andaluzas , Berger une todos estos
elementospara ofrecernos una de las
películas más interesantes que ha dado el cine español. En Blancanieves también hay sitio para el toreo, esa tradición
española con la que no simpatizo pero que en la película consigue olvidarse de
su parte más violenta para ofrecernos su parte más “artística”.
Blancanieves
está rodada de una manera impoluta, sin grietas, pero detrás de una película no
está solo la dirección como todos sabemos. Todo el reparto está maravilloso
destacando a una Maribel Verdú superlativa que consigue transmitir el mismo
miedo a nuestra protagonista que a los espectadores. La iluminación también
ejerce un papel fundamental en una película en las que las luces y las sombras
recuerdan a las de las películas de Fritz Lang y el expresionismo alemán.
No
quiero acabar esta crítica sin destacar una de las piezas fundamentales en la
elaboración de una película, el montaje. Tras el montaje esta esa persona, ese
director en la sombra que moldea y da forma a la película hasta convertirla en
lo que al final veremos los espectadores, en Blancanieves esa persona se llama Fernando Franco y
en
febrero el Goya a Mejor montaje llevará su nombre. Blancanieves es cine,
música, baile y cultura pero sobre todo es lo mejor que ha visto el cine patrio
en mucho tiempo y esto, en los tiempos que corren, ya es algo que celebrar.
Desde hace unos años en el cine de terror se ha puesto de
moda un recurso del que actualmente se está abusando: el falso documental. En
un género como el terror es dónde más se puede aprovechar el falso documental y
si a todo esto añadimos que está de moda utilizar la cámara en mano para dotar
a estas películas de una alta dosis de realidad ya tenemos la fórmula de lo que
hoy se considera cinta de terror. El director de Paranormal Activiy, Oren
Peli , produce este intento de repetir la fórmula que en 2007 le hizo arrasar
en taquilla para contarnos la historia de un grupo de amigos que están pasando
las vacaciones en Europa van a a parar a Prypiat, una ciudad abandonada, donde
se refugiaron después del accidente los trabajadores de la central nuclear de
Chernobil.
No he visto Paranormal Activity, ni tengo ganas, pero
no hace falta ver esta o cualquier otra cinta de terror de los últimos años
para darse cuenta de la saturación a la que se están sometiendo a este
género. También es cierto que dentro de los falsos documentales de terror
grabados con cámara en mano hay alguno que se salva como por ejemplo la primera
parte de [REC].
Seguramente el éxito de Paranormal Activity ha hecho
que su director vuelva a buscarlo con una fórmula parecida. En defensa de Oren
Peli solo voy a decir que por lo menos su anterior película presentaba un
argumento interesante, lo malo es que Atrapados en Chernobil no ofrece
ni eso.
Aunque no toda la cinta está rodada con cámara en mano si
que hay partes que las que el director utiliza este recurso, un recurso
aburrido y que no solo no consigue crear tensión, algo ausente durante todo el
metraje, sino que también marea y cansa. A medida que avanza la cinta nos va
dejando cada vez más claro que la mayoría de los adolescentes americanos que
salen en películas de este tipo o bien son tontos o se esfuerzan mucho por parecerlo.
Nos encontramos con situaciones absurdas, solo hace falta ver esos perros
asesinos sedientes de sangre, en lo que la idiotez de los protagonistas hace
que me pregunte si Oren Peli lo único que quiere es tomarnos el pelo.
Muchos os preguntaréis que me esperaba de una película así y
yo os digo que nada, no voy a negar que fui a verla con muy pocas esperanzas y
que desde el principio tenía la corazonada de que se podría salvar muy poca
cosa. Y es que cuando una película se parece tanto, por no decir que es una
copia barata, a Las colinas tienen ojos está claro que en ella no va a
haber nada bueno.
Mike es un joven que persiguiendo el sueño americano, y tras
varios trabajos duros, se introduce en el mundo de los strippers masculinos en
clubs para mujeres, todo gracias a un joven bailarín llamado Adam. Allí Mike
descubrirá el mundo de las fiestas con mujeres guapas, sexo fácil y dinero
rápido, un mundo adictivo pero con su lado oscuro.
El nombre de Steven Soderbergh nos suena a todos los que nos
interesa un poco el mundo del cine. Durante los últimos años se ha criticado la
mediocridad de las últimas películas de un director que aún no ha conseguido
superar su ópera prima, Sexo, mentiras y cintas de vídeo, que lo
encumbró en el festival de Cannes allá por 1989 .
Magic Mike es una película sobre strippers guaperas
que todas las noches se dedican a lo mejor que saben hacer: bailar. En una
película de este tipo está claro que los cuerpos de nuestros protagonistas son
una parte importante y fundamental y por ello Soderbergh se ha rodeado de
actores que sin duda contribuirán a que el público femenino corra al cine a ver
sus cuerpos musculosos. Entre los actores encargados de hacer esto están
Channing Tatum, Alex Pettyfer y Matthew McConaughey.
Pero no todo en Magic Mike consiste en enseñar
musculos y cuerpos aceitosos, en ella Soderbergh también muestra la parte más
humana de unos personajes vistos por su ambiente como meros objetos. Con el
personaje de Mike se nos muesta las ganas de abandonar un mundo oscuro y que ya
no le llena lo suficiente, por otra parte Adam ve en este mundo una oportunidad
de hacer dinero fácil y decide aprovecharla sin pararse a pensar las
consecuencias. Channing Tatum no es un actor por el que sienta afinidad, ni
mucho menos, pero hay que reconocer que Soderbergh consigue sacar lo mejor de
él en una película en la que gran parte del peso dramático recae sobre él. En
cuanto al resto del elenco cabe destacar a Alex Pettyfer y a Matthew McConaughey
que interpreta al carísmatico dueño del pequeño local de strippers cuya única
obsesión es expandir su negocio.
No voy a negar lo típica y lo llena de tópicos que
está la película porque esto es algo que se ve a primera vista, pero aún con
todos los tópicos y lo predecible que nos resulta nos encontramos ante una
cinta divertida, con unas grandes coreografías y que juega perfectamente con
varios géneros. Magic Mike no es redonda y está muy lejos de acercarse a
lo mejor de Soderbergh pero es una cinta valiente que se adentra en la parte
menos conocida y más oscura de un mundo desconocido para la mayoría.